El Palacio de Ayora, situado en el barrio de Algirós, debe su nombre al árabe Al-Zurûb, que significa “el canal”, en referencia a su ubicación como uno de los principales brazos de la acequia de Moncada. En sus inicios, este lugar era un extenso terreno repleto de huertas y pequeñas casas de labranza, que no experimentó su urbanización hasta la década de 1960.
Historia
El majestuoso Palacio de Ayora, erigido entre 1899 y 1900 por encargo de José Ayora Olcina, destacado industrial de la burguesía valenciana, es un magnífico ejemplo de la arquitectura residencial de la época. Diseñado por el renombrado arquitecto Pelegrín Mustieles Cano, el palacio se levantó en lo que entonces era una zona de huertas, rodeada por el pintoresco camino de Algirós que conducía al Cabanyal.
Tras el fallecimiento de su promotor José Olcina en París en 1927, la propiedad pasó a manos de su hermana Dolores Ayora Olcina, quien la ocupó hasta su fallecimiento en 1962. Durante la Guerra Civil, la finca fue ocupada por organizaciones republicanas mientras su propietaria se encontraba en el exilio en París. Después del conflicto, el palacio retornó a su legítima dueña.
Tras el deceso de Dolores Olcina, el palacio fue heredado por el Cotolengo del Padre Alegre, aunque posteriormente fue vendido a una empresa constructora que lo convirtió en una discoteca llamada “Le Paradis”. Tras el cierre de la discoteca, el palacio quedó abandonado y en ruinas, hasta que el movimiento vecinal logró su conservación y posterior rehabilitación, culminando en su actual función como sede de la Universidad Popular y Espacio Sociocultural desde 2017.
Arquitectura
El Palacete de Ayora, junto con su encantador Jardín de Ayora, forman un conjunto arquitectónico y natural único que refleja la rica historia y la belleza de Valencia. Conocido por varios nombres a lo largo de los años, el palacete es más que una simple residencia: es un símbolo de elegancia y tradición arraigada en el corazón de la ciudad.
El palacio está rodeado por una balaustrada de obra, y su fachada, elegante y de estilo ecléctico con toques modernistas, destaca por una amplia escalinata y un pequeño resalte en su cuerpo central. La torre poligonal, coronada por una cúpula de tejas metálicas de color cobrizo, es uno de sus elementos más distintivos.
Monumento Histórico Artístico
A pesar de que su interior apenas conserva vestigios originales, el palacio exhibía una rica decoración de pinturas, relieves y vidrieras. Su salvación de la demolición en 1983 se debió a su declaración como Monumento Histórico Artístico el 30 de diciembre de 1982, lo que permitió su restauración posterior.
El interior del palacio se distribuye en planta baja, principal y ático, con una estructura cuadrangular que se refleja en su fachada externa. Las ventanas y balcones, así como los detalles de ladrillo rojo y piedra natural, dan carácter a su apariencia exterior. En la fachada principal, un frontón curvo con la imagen del dios Mercurio y la fecha de construcción añaden un toque de distinción.
La torre, rematada por la cúpula ochavada, presenta ventanas con arcos de medio punto en cada lado. El edificio, con una cubierta a cuatro aguas, se encuentra en el centro de una zona ajardinada, con bancos de cerámica y áreas de recreo para niños en una de sus esquinas.
Opulencia y Elegancia
Este majestuoso palacio, con su historia fascinante y su arquitectura imponente, es un verdadero tesoro en el corazón de Valencia, recordándonos la opulencia y la elegancia de épocas pasadas.
El Palacete y Jardín de Ayora, una joya arquitectónica y paisajística, se erigen majestuosamente en el barrio de Ayora, dentro del distrito de Camins al Grao en la ciudad de Valencia. Este magnífico conjunto, compuesto por una elegante villa de recreo y sus exuberantes jardines circundantes, representa un testimonio vivo de la opulencia y el refinamiento de finales del siglo XIX.
Sin lugar a dudas, el elemento más emblemático del palacete es su imponente torre central, coronada por una cúpula ochavada revestida con azulejos metálicos de tonalidades cobrizas. Adyacente al palacete, se encuentran encantadoras zonas de recreo para niños, añadiendo un toque de alegría y vitalidad al conjunto.
Historia y Cultura
En resumen, el Palacete y Jardín de Ayora son mucho más que una simple atracción turística, son testigos vivientes de la historia y la cultura de Valencia, un lugar donde la belleza arquitectónica se fusiona con la exuberancia natural para deleite de quienes tienen el privilegio de visitarlo.
Los exquisitos Jardines del Palacete de Ayora son un tesoro verde que acompaña majestuosamente al palacete, formando una unidad arquitectónica y natural en el corazón de Valencia. Este magnífico jardín, un ejemplo sublime de la opulencia burguesa de la ciudad, abraza el palacete con su encanto y esplendor, transportando a los visitantes a una época de elegancia y refinamiento.
Jardines
Con una extensión de 17,000 metros cuadrados, los jardines son un paraíso botánico que alberga una variedad exquisita de especies vegetales. Desde imponentes araucarias hasta fragantes naranjos y limoneros, pasando por majestuosos pinos y elegantes jacarandas, cada rincón de este oasis verde cautiva con su belleza y esplendor. Además, la presencia de árboles centenarios, como los ficus de grandes troncos, añade una sensación de venerable antigüedad al entorno.
El diseño rectangular del jardín está marcado por cuatro puertas de entrada que invitan a los visitantes a adentrarse en este maravilloso espacio verde. Aunque la decoración es sobria, los bancos de cerámica originales y una encantadora fuente central con una figura femenina añaden un toque de elegancia y serenidad al paisaje. La figura de hierro que sostiene un ánfora, emergiendo del agua que cae sobre la balsa de la fuente, es un detalle encantador que captura la atención de todos los que la observan.
La historia de estos jardines es tan rica como su belleza. Inicialmente propiedad de José Ayora Olcina, quien los disfrutó como residencia personal, pasaron por varios avatares a lo largo del tiempo. Desde servir como refugio durante la Guerra Civil española hasta convertirse en el centro de diversas actividades recreativas y sociales, los jardines han sido testigos de muchos momentos históricos y cambios.
El Palacete como Sede de la Universidad Popular
Hoy en día, gracias a la visión del Ayuntamiento de Valencia y el apoyo del movimiento vecinal, los jardines y el palacete han sido restaurados y abiertos al público. Este espacio, antes amenazado por el abandono, ahora se ha convertido en un lugar de encuentro, aprendizaje y disfrute para la comunidad. Con la reciente apertura del palacete como sede de la Universidad Popular y Espacio Sociocultural en 2017, los Jardines del Palacete de Ayora continúan siendo un lugar de inspiración y belleza para todos aquellos que los visitan.
En el encantador Palacete de Ayora, una joya arquitectónica diseñada por el talentoso arquitecto Pelegrín Mustieles, se llevan a cabo una variedad de actividades enriquecedoras que van desde clases de yoga e inglés hasta sesiones de formación básica y general, así como informática y teatro.
La segunda planta alberga la “Cámara Alejandra Soler”, un espacio diáfano dedicado a la memoria de esta destacada maestra de la Universidad Popular. Soler fue una defensora incansable del pensamiento crítico en las mujeres, promoviendo la igualdad y la transformación social. Este espacio versátil está destinado a albergar conferencias, mesas redondas y tertulias, continuando el legado de Soler en la promoción del debate y la reflexión.
Para concluir, podemos resaltar estos datos interesantes:
- El Palacete de Ayora fue encargado por el comerciante José Ayora Olcina a finales del siglo XIX al arquitecto Peregrín Mustieles Cano.
- Originalmente concebido como una residencia de ocio y descanso, el palacete ha pasado por varias denominaciones a lo largo de los años.
- Su arquitectura combina elementos eclécticos con toques modernistas, destacando por su elegante fachada y su torre poligonal coronada por una cúpula de tejas metálicas.
- Fue declarado Monumento Histórico Artístico el 30 de diciembre de 1982, lo que salvó al edificio de la demolición y permitió su posterior restauración.
- A pesar de que su interior apenas conserva vestigios originales, el palacete exhibía una rica decoración de pinturas, relieves y vidrieras.
- El palacete cuenta con una estructura de planta baja, principal y ático, distribuidos en una disposición cuadrangular que se refleja en su fachada externa.
- La fachada principal del palacete presenta un frontón curvo con la imagen del dios Mercurio y la fecha de construcción, añadiendo un toque de distinción.
- El palacete está rodeado por una balaustrada de obra y se encuentra en el centro de una zona ajardinada con bancos de cerámica y áreas de recreo para niños.
- A lo largo de su historia, el palacete ha tenido varios usos, desde residencia particular hasta discoteca, escuela infantil y sede de la Universidad Popular y Espacio Sociocultural.
- El Palacete de Ayora, junto con sus encantadores jardines, representan un testimonio vivo de la opulencia y el refinamiento de finales del siglo XIX en Valencia.
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El Palacio de Ayora, con su torre poligonal coronada por una cúpula de tejas metálicas, es un emblema arquitectónico de Valencia, testigo de la opulencia y el esplendor de épocas pasadas. Rodeado por sus encantadores jardines, este majestuoso edificio es un destino imperdible para quienes deseen sumergirse en la historia y la belleza de la ciudad.